El vídeo nos muestra dos problemas que esta niña trae en 1992,
junto a unos compañeros de la fundación ECO, ante la Conferencia de
Medioambiente y Desarrollo "The Earth Summit" celebrada por la ONU en
Río de Janeiro. El primero de ellos es nuestro futuro en el planeta debido a
los grandes problemas medioambientales
que en las últimas décadas se han ido produciendo y el segundo de ellos
es el de la pobreza en el mundo relacionado con el lugar geográfico que te haya
tocado vivir.
El problema del medio ambiente entraña dos
opciones a tomar en consideración, como señala la protagonista del vídeo por
un lado tenemos los deterioros que ya se han producido (animales extinguidos,
etc.) y que no puede ser recuperados, siendo la única solución frenar esta
destrucción para que no sigan produciéndose; en segundo lugar están las medidas
de prevención que hay que tomar.
Cierto que los gobiernos, grandes
empresarios, políticos etc., no tienen todas las soluciones, pero igualmente
pueden fomentar unas medidas preventivas para salvar el futuro. El problema es
mundial, por lo que necesita de unos acuerdos mayoritarios de los diversos
países. Nuestros representantes no pueden estar sólo gobernando para el presente,
solucionando problemas actuales, deben pensar en las generaciones futuras. El
sistema del bienestar no puede o no debe quitarnos las esperanzas de que
nuestros descendientes puedan vivir en
un planeta limpio.
La otra señal de alarma que nos reproduce
el vídeo en palabras de esta niña canadiense, es el de la pobreza en países
menos desarrollados. El ser humano a lo largo de la historia parece que nunca
ha paliado la vida de los más necesitados, el consumismo, el egoísmo de los que
más tenemos, no nos lleva necesariamente a compartir, sino a desear más y
guardar nuestras propias riquezas.
El desarrollo de numerosos países sólo ha
hecho marcar las diferencias con el subdesarrollo de otros. Aunque en el mundo
actual, no debemos dejar de mencionar a diferentes grupos que luchan por ayudar
en los lugares donde existe pobreza, falta de educación, enfermedades, guerra,
y que los países desarrollados le proporcionan unas pequeñas ayudas económicas,
el problema no puede solucionarse desde la ayuda individualizada de estos
grupos, sino que la inversión de los diferentes gobiernos de países económicamente
suficientes debe contribuir al desarrollo de los otros para que puedan prosperar.
Esta realidad tan poco prometedora nos la
muestra una joven niña que se atreve, desde su experiencia y conocimientos, a
intentar sensibilizar la conciencia de nuestros dirigentes y como ella
manifiesta el problema fundamental es el futuro de las siguientes generaciones,
acusándoles de ser responsable de que sea tan desesperanzador, cuando son ellos
los que tienen todas las cartas para mejorarlo y no con mínimos acuerdos o
bonitas palabras que se dan en estas cumbres.
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